Si eres propietario de un piso en alquiler puedes aplicar las siguientes deducciones en tu declaración de la renta:
- Intereses que hayas pagado por el crédito que solicitaste para la adquisición de la vivienda.
- Los impuestos y las tasas estatales de la vivienda, tales como la tasa de limpieza, basura y alumbrado, el IBI y la tasa de vado.
- Los gastos pagados en concepto de cuota de comunidad: administración, portería, jardinería y vigilancia.
- Los gastos para formalizar el alquiler.
- Todos los gastos ocasionados para conservar y mantener la vivienda: pintura, sustitución de elementos, reparaciones diversas.
- La prima del seguro del hogar de la vivienda alquilada, tanto de responsabilidad civil como de robo, incendio y otras incidencias.
- Las cantidades que hayas abonado en los recibos de suministros de luz, gas, agua y teléfono.
- La amortización de la vivienda y de los bienes por desgaste (la cantidad estipulada es de un 3 % del valor de construcción).